Coloca la nueva tapicería. Este es sin duda el paso más difícil. Debido a la torpe forma de la mayoría de los asientos y respaldos de sillas de oficina, la tela no se doblará limpiamente alrededor de la base. La herramienta más importante para este proceso es la paciencia.
Una vez que la tela esté bien ajustada, utilice la pistola de grapas y fíjela con una línea de grapas al menos cada dos centímetros. Hay otras opciones, como las tachuelas para tela, pero las grapas resistentes suelen funcionar mejor en este caso. Si quedan muchos pliegues de tela colgando de la base, recórtalos con las tijeras para que el ajuste sea suave.
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